Impactar a un viandante con prisas no es tarea fácil. Conseguir que se detenga delante de tu negocio, muy difícil. Pero si logras crear un escaparate especial, no es imposible. Te ofrecemos algunas propuestas.
Que hablen de ti aunque sea mal. Eso dice el refrán y, lo compartamos o no, en esto de darse a conocer en el difícil mundo comercial, la máxima popular se convierte casi en dogma. Aceptada esta premisa, ¿cuál es la mejor manera de que hablen de nuestro negocio? Cuando está a pie de calle, impactando con nuestra peculiar tarjeta de visita que es el escaparate. Porque si un escaparate consigue llamar la atención y merece un comentario, se ha conseguido el objetivo buscado. Como defiende Almudena Martín, de Proyecto Mayo, “al cabo del día recordamos pocas cosas de las que vemos, nada nos deja impresión en las retinas. Ahora se trata de situarse en el otro extremo. Crear una huella en cada persona que mire, introducir el asombro en cada objeto y que la singularidad sea algo que forme parte de un recuerdo grato.”
Los ejemplos que aparecen aquí buscan precisamente eso, sorprender, hacer pensar y sobre todo no dejar indiferentes. Te hemos seleccionado varias ideas diferentes para que tú adaptes la que más te guste a tu negocio. Y, recuerda, aunque no seas un comercio, también puedes tener un escaparate espectacular.
Adapta la composición al espacio del que dispones. Como insiste Almudena Martín, “tan importante es lo que dicen los artículos como dónde están. Nosotros buscamos reducir todo arte a la máxima Menos es más. El objeto se compone sobre todo del espacio que lo rodea y ocuparse de cómo lo rodea es nuestro trabajo”. Un consejo: instala rieles o carriles en el techo para que puedas colgar luces u otros elementos.
Selecciona la cantidad de objetos. El número de objetos que aparecen tras el cristal deben ser impares, siempre causan más impacto visual los artículos dispuestos en número de tres, cinco, siete… que en número par. Y cuanto más elitista pretendas ser, más debe primar la decoración sobre el producto y, al revés, si lo que quieres es incidir en el precio, da más prioridad al artículo que a la decoración.
Utiliza el color como elemento decorativo. Los colores por sí solos imprimen un sello diferente según su utilización: los escaparates monocromos o con pocos colores inciden en la elegancia y la exclusividad, mientras que la policromía contribuye a transmitir originalidad, novedad y atrevimiento. Pero, además, el color tiene la capacidad de ayudarnos a realizar asociaciones mentales con diferentes objetos o imágenes, lo que bien escogidos nos permite decir más con menos recursos. Como regla general, impactan más las composiciones con un máximo de tres colores que las que tienen más.
Trabaja la luz. La iluminación juega un papel fundamental en la decoración de escaparates. Tanto la natural como la artificial. Debes valorar factores como la época del año, cuándo anochece, la incidencia del sol… Y luego optar por la iluminación que mejor te ayude a recrear el ambiente que buscas. Como norma general, las luces frías o azuladas van bien para composiciones tecnológicas o futuristas, mientras que las más amarillas o anaranjadas contribuyen a recrear ambientes más cálidos
Selecciona la cantidad de objetos. El número de objetos que aparecen tras el cristal deben ser impares, siempre causan más impacto visual los artículos dispuestos en número de tres, cinco, siete… que en número par. Y cuanto más elitista pretendas ser, más debe primar la decoración sobre el producto y, al revés, si lo que quieres es incidir en el precio, da más prioridad al artículo que a la decoración.
Utiliza el color como elemento decorativo. Los colores por sí solos imprimen un sello diferente según su utilización: los escaparates monocromos o con pocos colores inciden en la elegancia y la exclusividad, mientras que la policromía contribuye a transmitir originalidad, novedad y atrevimiento. Pero, además, el color tiene la capacidad de ayudarnos a realizar asociaciones mentales con diferentes objetos o imágenes, lo que bien escogidos nos permite decir más con menos recursos. Como regla general, impactan más las composiciones con un máximo de tres colores que las que tienen más.
Trabaja la luz. La iluminación juega un papel fundamental en la decoración de escaparates. Tanto la natural como la artificial. Debes valorar factores como la época del año, cuándo anochece, la incidencia del sol… Y luego optar por la iluminación que mejor te ayude a recrear el ambiente que buscas. Como norma general, las luces frías o azuladas van bien para composiciones tecnológicas o futuristas, mientras que las más amarillas o anaranjadas contribuyen a recrear ambientes más cálidos
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